El misterioso Skyglow 'STEVE' puede haber estado al acecho en una aurora en el Día del Trabajo

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Una fuerte tormenta solar durante el fin de semana del Día del Trabajo llevó las luces del norte más al sur de lo habitual, y puede haber incluido algo diferente a la aurora: un visitante solar llamado STEVE.

Los investigadores descubrieron STEVE, abreviatura de Mejora de la velocidad de emisión térmica fuerte, en 2016. Para el ojo casual, aparece como una veta estrecha de color rosa o malva en el cielo. Para los científicos, lo que lo hace extraño es que su luz proviene de todo el espectro, sin los picos en las longitudes de onda particulares que caracterizan a las auroras regulares.

"Lo importante es que ahora podemos decir claramente: 'No es una aurora normal'", dijo en un comunicado el investigador de la Universidad de Alaska Fairbanks, Don Hampton, quien recientemente analizó un evento STEVE de 2018. "Es un fenómeno nuevo, eso es bastante emocionante" ”

Bonita en rosa

En 2016, observadores del cielo y astrónomos notaron y fotografiaron bandas rosas extrañas que no se veían como las luces de aurora habituales, según la NASA. Un análisis posterior mostró que el color no era la única característica inesperada de estas luces.

El nuevo fenómeno se sumergió más al sur que la aurora habitual y viajó a lo largo de diferentes líneas magnéticas sobre la Tierra. Los científicos informaron en la revista Science Advances ese año que el arco colorido de STEVE es la señal visible de una corriente de partículas muy calientes llamadas deriva de iones subaurorales.

Ahora, Hampton y sus colegas han confirmado que STEVE es, de hecho, algo propio. En un informe publicado en la revista Geophysical Research Letters, los científicos dijeron que las longitudes de onda de STEVE difieren de las de la aurora normal.

La aurora boreal ocurre cuando las partículas cargadas del sol excitan electrones en la atmósfera de la Tierra. Como resultado, estos electrones primero se mueven a un estado de mayor energía, luego se establecen en su estado original de menor energía. Mientras lo hacen, cada uno libera un fotón, una partícula de luz. El color de la luz auroral depende de las moléculas que golpean las partículas solares cargadas. Si alcanzan el oxígeno, el resultado es verde y amarillo, por ejemplo, mientras que el nitrógeno tiende a ser rojo y violeta.

STEVE, sin embargo, consiste en luz de todo el espectro electromagnético, con un ligero aumento en el rango rojo, lo que explica el color malva del fenómeno. Los nuevos hallazgos confirman que las partículas que producen STEVE son bastante tostadas.

"Cuando enciende su estufa eléctrica, esas bobinas se calientan, ¿verdad? Si lo mira con un espectrógrafo, verá emisiones de banda ancha", dijo Hampton en el comunicado. Del mismo modo, el amplio rango de longitudes de onda de STEVE indica calor. "Entonces, esto es como emisiones de atmósfera muy, muy cálidas de algún tipo".

Impactos misteriosos

Los investigadores realizaron sus mediciones utilizando un nuevo equipo terrestre llamado espectrógrafo Transition Region Explorer (TREx), que mide las longitudes de onda de la luz. Con este instrumento, los investigadores capturaron una vista de STEVE el 10 de abril de 2018, cerca de Lucky Lake, Saskatchewan. Como ha sucedido a menudo, STEVE estuvo acompañado por un fenómeno verde de "cerca de piquete", que consiste en bandas verticales de luz verde que cruzan las bandas rosadas habituales de STEVE. Al observar las longitudes de onda, los investigadores confirmaron que la "cerca de piquete" es una variación de la aurora habitual.

El siguiente paso, dijo Hampton, es descubrir cómo o si STEVE afecta a la humanidad, además de darnos un buen espectáculo. Las tormentas solares que causan la aurora también pueden interrumpir las comunicaciones por satélite, y aún no está claro si STEVE hace lo mismo o si su impacto es diferente.

"Como nuevo fenómeno, queremos entender no solo por qué y cómo se crea, sino también cómo afecta a nuestra infraestructura", dijo Hampton.

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